Un reloj sin pilas.

Tengo ganas de escribir algo. Desahogarme, aunque sepa que esto no va a ser leído por nadie. La vida pasa rápido, demasiado diría yo. Sin darte cuenta la gente a tu alrededor, crece, cambia. La distancia provoca (entre otras cosas), la pérdida de las amistades. También tiene un punto a favor, te obliga a conocer gente nueva, que por suerte para mi, me ha hecho conocer a gente estupenda, genial. Los conocidos aumentan, los amigos siguen. Hace 2 años escribí despidiéndome de Escolapios y sobre todo de su gente. Acabamos esa fantástica generación como debe ser, a lo grande, viaje a París incluido. 2 años han pasado y muchas cosas también. La mas importante, el tiempo.


 "Nunca olvides a donde vas, ni de donde vienes"

El principio del fin.

Hace mucho que no paso por estos lugares. Me fuí cuando acababa el verano, vuelvo cuando empieza el siguiente. Han cambiado muchas cosas, empezando por mi. Estamos en épocas de cambios y despedidas, empezamos a cuajar nuestro camino en la vida, decir adios al colegio en el que llevas una vida entera, desde los 3 años, dejar el equipo en el que estas desde los 6 años y dejar de ver a la misma gente que llevas viendolos 13 años seguidos. Las cosas cambian nos guste o no. Y estamos en esa época. Disfrutemos lo que nos queda. ESCOLAPIOS.